Describe una escena surrealista que invita al espectador a explorar diferentes mundos y realidades dentro de cada apartamento. La combinación de elementos fantásticos, como el ser que parece un ángel pensativo y el ser extraño tocando la guitarra, junto con detalles mundanos como el pequeño coche de caballo, crea un contraste interesante. La ventana abierta representa la posibilidad de escapar hacia la fantasía y la imaginación, mientras que la ciudad pintada de manera difusa evoca un sentido de misterio y desconocido. El fondo gris y azul resalta los tonos terrosos de la obra, agregando profundidad y atmósfera.